Considere la siguiente situación: no hace mucho tiempo, la gente quería aprender a hacer algo: un pastel de chocolate, reemplazar un calentador de ducha, presentar una declaración de impuestos: ¡esto era mucho trabajo!
A veces es necesario comprar libros o tomar cursos. A veces necesitas encontrar un amigo que entienda el tema y pueda enseñarte o darte la fórmula. Con Internet, todo ha cambiado. Google se ha convertido en una especie de enciclopedia donde la gente encuentra respuestas a todo. Aunque en algunos casos hay que pagar para obtener la información y eso es muy justo, la web alberga todas estas soluciones.
Debido a esto, las personas han aprendido a preguntar a los motores de búsqueda todo lo que necesitan, incluidos los “cómo hacer”. Este es el primer lugar para videos tutoriales. Después de todo, si hay pasos que las personas pueden visualizar, es mucho más probable que realmente aprendan y hagan algo. También es muy probable que los videos aparezcan en la primera página de resultados, siempre que estén optimizados para SEO.
Es también el formato de contenido del presente y del futuro. Entonces, ¿por qué no lo usas?
Es importante aclarar que algunas personas se confunden accidentalmente antes de continuar. El video tutorial es diferente de la explicación. Las instrucciones dan a las personas una pista, les muestran cómo hacer algo más o menos, pero las instrucciones son mucho más específicas.
Un tutorial es en realidad un video paso a paso, una especie de “receta”. Al ver ese contenido, su audiencia sabrá qué hacer, incluso si no entienden lo que está tratando de explicar. Esto es como enseñarle a pa de pi cómo hacer un trabajo o una actividad.